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Ejercicios para terminar tu rutina

Los 5 mejores ejercicios para terminar tu rutina

Algunos días nos sentimos tan pletóricos que, después acabar la rutina, aún tenemos energía suficiente para hacer un esfuerzo extra o queremos asegurarnos de haberlo dado todo antes de ir a la ducha.

Es necesario que para esos días tengamos preparadas diferentes opciones que nos permitan finalizar la sesión con la conciencia tranquila. Veamos cómo podemos utilizar ese tiempo de una manera productiva y eficaz y si es conveniente que agotemos siempre nuestra energía en cada sesión.

1. No hagas nada

Sí, has leído bien. El haber completado toda tu rutina y sentirte con ganas de más no significa que tengas que añadir más ejercicios. Piensa en el combustible de un coche ¿Vas a conducir 10 minutos más porque sea eso lo que le quede al depósito para agotarse? En el caso de nuestro cuerpo es lo mismo: no es necesario que gastemos toda la energía de nuestro depósito para progresar.

De hecho, muchos programas de entrenamiento dejan a propósito cosas por hacer de un día a otro ya que sobrecargar nuestros tendones y nuestro sistema nervioso central no es la mejor idea para seguir avanzando. Piensa que si decides hacer una serie extra de la programada en tu rutina puede repercutir negativamente en el rendimiento de tu próxima sesión.

Por lo tanto, toma conciencia de que los resultados de un programa de entrenamiento no van a depender de lo que hagas un día, sino de la constancia de tus entrenamientos. Por eso es tan importante no estresar en exceso nuestro organismo: debemos evitar caer lesionados.

atleta descansando

2. ¡Juega!

Un programa de entrenamiento suele estar lleno de prescripciones acerca de lo que tenemos que hacer: series, repeticiones, distancias, porcentajes…etc.  Cumplir a rajatabla estos propósitos no es duro solamente a nivel físico, sino también agotador a nivel mental.

Por eso a veces es recomendable terminar la rutina con algún ejercicio o juego que sea divertido y te haga salir de tu zona de confort a la vez que somete a tu cuerpo a un desafío diferente.

Por ejemplo, puedes entrenar con un compañero y jugar a pasaros una kettlebell de un lado a otro de diferentes maneras. Podéis pasárosla poniéndoos uno delante del otro, de un lado a otro girando la cintura, por debajo de las piernas… existen muchas maneras, se trata de ser imaginativo.

3. Corrige tus debilidades

El final de una sesión de entrenamiento es el momento perfecto para dedicarlo a fortalecer nuestros puntos débiles musculares. Si no sabes identificarlos, trabaja los músculos que estén implicados en un levantamiento que quieras mejorar. Por ejemplo, si trabajamos los tríceps y los dorsales podremos levantar más en press de banca, mientras que si entrenamos las lumbares y los músculos de las piernas por separado conseguiremos mejores marcas en sentadilla y peso muerto.

Este tipo de trabajo también puedes hacerlo en un día completo de tu rutina. Así puedes corregir y prevenir posibles desequilibrios musculares que a veces aparecen por el entrenamiento con pesas. Elige uno o dos músculos y trabájalos con diferentes estrategias: series piramidales, series descendentes, superseries…

atleta entrenando las lumbares

5. Trabaja tu core

Si habitualmente entrenas ejercicios básicos con mucho peso y además haces los típicos “crunches” puedes pensar que ese es todo el trabajo de abdomen que necesitas, pero eso no es así. Nuestra sección media es fundamental, ya que es la que nos va a sostener y permitir que adoptemos una postura correcta tanto en los ejercicios físicos como en la vida diaria.

Por eso, al menos dos veces por semana, debemos hacer algo de trabajo específico de abdomen. Ejercicios como las planchas o “planks”, las sit-ups o el ab-wheel son muy buenos para este propósito, ya que aparte de trabajar todo nuestro core van a propiciar que aprendamos a mantener una buena postura y proteger mejor nuestra columna vertebral.

ab wheel

6. Prueba el trabajo de acondicionamiento

Adquirir más capacidad aeróbica y anaeróbica nos ayudará a rendir más y recuperarnos mejor entre los diferentes días de la rutina. Elige una actividad que sea diferente de la que hagas habitualmente en tu rutina y aplica diferentes métodos de entrenamiento como el HIIT, el método Tabata, los circuitos metabólicos..etc.

Conclusión

Si sientes que al terminar tu entrenamiento aún te queda energía para hacer más series tienes dos opciones:

  1. Elegir una de las 5 opciones que te hemos planteado más arriba. Le darán a tu cuerpo un nuevo estímulo que le permitirá progresar sin extenuarse siempre con los mismos ejercicios, series y repeticiones.
  2. Guardarla: queremos que tu práctica deportiva sea muy duradera y esa energía probablemente la necesitarás para tus próximos entrenamientos y reducir la probabilidad de padecer lesiones.